Aunque hoy la vemos majestuosamente situada en los Bosques de la Alhambra, la Puerta de Bibrambla se situaba en su origen, lógicamente, en la plaza del mismo nombre, en el corazón histórico de Granada.
Fue a finales del siglo XIX cuando se decidiera desmantelar pieza por pieza debido a que se entendía como un freno al crecimiento de la ciudad. Posteriormente, en los años 30 del siglo pasado, el arquitecto restaurador Leopoldo Torres Balbás decidió recuperar estas piedras, almacenadas en el Museo Arqueológico, y reconstruirlas en su ubicación actual.
Como curiosidad, también es conocido como Arco de las Orejas, debido a que allí se exponían los miembros mutilados de aquellos que habían cometido alguna ilegalidad.
La Puerta Bibrambla representa una pieza simbólica del patrimonio de Granada, siendo una guardiana de la historia que en la trama de la novela «La luz de Granada» jugará un papel protagonista, siendo un lugar clave en el que los personajes encontrarán algo muy especial.