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Melodías con historia: ‘At last’

Hay canciones que parece que siempre han estado ahí. Canciones que se quedan escondidas en algún rincón de nuestro imaginario musical y nunca se marchan. Es lo que suele ocurrir con la canción ‘At last‘, conocida popularmente por la versión de Etta James de 1960, y que tan versionada ha sido después a lo largo de los años. No obstante, el tema no es original de la famosa cantante de soul, sino que la suya es también una de las tantas adaptaciones.

Fue en 1941 cuando surgió por primera vez ‘At last’, creada por los compositores Mack Gordon y Harry Warren para la película cómica Sun Valley Serenade, donde fue interpretada por John Payne & Pat Friday y la orquesta del músico Glenn Miller. Tan solo un año después la canción formó parte de otra banda sonora, siendo esta vez llevada a cabo de manera brillante por Ray Eberle y Lynn Bari. Fue la primera vez que la canción tuvo una mayor repercusión y las primeras grabaciones audiovisuales que tenemos son precisamente de esta versión.

En los dorados años 50 fueron muchos los músicos que hicieron sus propias versiones. Anthony Ray, Miles Davis, Chet Baker o el propio Nat King Cole quisieron darle su toque personal al tema, que estaba ya convirtiéndose en un clásico del soul. La versión de Cole, fechada en 1957, es para mí una de las más bonitas, gracias a la peculiar voz del cantante que aporta una esencia más contenida al tema.

Sin embargo fue en 1961 cuando ‘At last’ se hizo mundialmente famosa, gracias a la versión que hizo Etta James, una por entonces aún floreciente cantante de soul que estaba en los inicios de su carrera. Los problemas con las drogas y la obesidad no impidieron a la cantante ser capaz de poner todo su talento al servicio de la canción. Gracias a ‘At last’, James tuvo un segundo gran hit, tras la preciosa «All I Could Do Was Cry» y la confirmaba como una gran promesa en el campo de las baladas.

Acompañada por violines, la voz de Etta, conocida por ser la ‘reina del soul‘, se movía mágicamente por la melodía de forma que parecía haber sido hecha para su propio registro. La canción se convirtió en una de las más importantes de su carrera y quedó para la historia de la música como una de las mejores y más bellas interpretaciones vocales.

Tras la versión de Etta, las adaptaciones se vinieron sucediendo una y otra vez. Grandes leyendas de la música como Judy Garland, Stevie Wonder, Ella Fitzgerald, Celine Dion, Michael Bolton o Cindy Lauper ofrecieron a su público sus mejores interpretaciones a los largo de los años 70, 80 y 90.

Con la llegada de los 00’s y la nueva oleada de artistas pops influenciados por el soul y jazz de años anteriores, llegaron nuevas versiones que pretendían homenajear a Etta. Fue el caso por ejemplo de Beyoncé Knowles, que en 2008 protagonizó la cinta ‘Cadillac Records’ donde daba vida a la propia Etta James e interpretaba la canción. Al principio parecía que Etta estaba bastante contenta con el trabajo que Knowles había realizado pero no fue así cuando, un año después, Beyonce fue invitada a interpretar la canción en el baile inaugural de la ceremonia del presidente Obama, algo que tuvo una gran repercusión global. Y curiosamente esta vez, Etta James no tuvo reparos en expresar su enfado contra la versión, lo que nos da a entender algo así como que no se encontraba muy cómoda sabiendo que su canción ‘pasaba a ser’ ahora de una joven promesa como lo era Beyoncé.

Y como toda buena canción, las versiones continuaron y continuaron. Artistas de muy diferentes estilos siguen prestando su voz e instrumentos a este clásico, y es algo que seguirá ocurriendo durante quién sabe cuánto tiempo. Para terminar con este repaso nos quedaremos con la versión que quizás haya tenido una mayor repercusión en los últimos cinco años. Etta James fallecía el 20 de enero de 2012 y en su funeral se escogió a la cantante Christina Aguilera para que interpretase la canción. Fue una versión desgarradora, donde Aguilera hizo uso de portentosa voz, pero que quedó en segundo plano debido a un ‘altercado’ que le ocurrió a la cantante mientras la interpretaba. ¿Lo adivináis?

A diferencia de los absurdos rumores y críticas, lo que se deslizaba por las piernas de Aguilera no era más que su bronceador que por nervios se había derretido. Pero una vez más, el morbo pudo con el sentimiento y su actuación tuvo más repercusión por esto que por la fantástica interpretación que realizó.

¿Cuál es tu versión favorita de la canción ‘At last’? ¡Déjanos tu comentario!

 

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