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Lalibela, obras de arte talladas en roca

Hay lugares con los que uno sueña y desea poder visitar en algún momento de su vida. Es lo que me ocurre con el lugar del que hoy os cuento, una serie de maravillosas iglesias talladas en roca en Etiopía. Supe de la existencia de esta maravilla del hombre y la naturaleza gracias a la investigación que realicé para mi Proyecto Fin de Carrera sobre arquitectura y tierra, y desde entonces cada cierto tiempo viene a mi memoria. 

Declaradas Patrimonio de la Humanidad por la Unesco en 1978, este conjunto de templos​ rupestres fue excavado en la roca basáltica rojiza de las colinas de la ciudad monástica de Lalibela, en Etiopía. Aunque la opinión científica es bastante inconclusa aún, se ha establecido que la fecha de construcción de la mayor parte de estas iglesias sería el año 1200, cuando debido a la invasión musulmana de la Tierra Santa se decide levantar una nueva Jerusalén en este lugar: una Jerusalén negra.

Estas construcciones, que tienen un aire místico y espiritual, están conectadas entre sí mediante pasadizos y túneles subterráneos, y aunque algunas de ellas son exentas, la mayoría están unidas a la roca por alguna de sus partes. Su interior está labrado también de esa manera tosca tan atractiva y conserva aún ciertos murales. Quizás una de las iglesias mejor conservadas sea la llamada por algunos octava maravilla del mundo,  Biet Ghiorgis (Iglesia de San Jorge).

Construida en el siglo XIII, esta Iglesia monolítica vista desde arriba tiene forma de cruz griega y consta de tres niveles. Se levanta en medio de una gran oquedad de 25 metros de lado y para realizar este vaciado de tierra se tuvieron que extraer más de 3400 m3 de roca. De hecho, por constituir una obra de construcción de características tan especiales, hay una leyenda que dice que fue Dios acompañado de un grupo de ángeles quien realizó la obra.

Pasear por esos espacios entre tierra y cielo, adentrándonos en el propio paisaje y con la arquitectura vernácula debe ser una experiencia maravillosa. Hoy en día Lalibela sigue siendo un lugar de peregrinación para los miembros de la Iglesia ortodoxa etíope, así como de curiosos turistas fascinados por el misterio de estos lugares sagrados.

 

 

 

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